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Dentro del I Curso Internacional de Música Ciudad de Aguilas, incluimos una gran novedad....

 

DIAFREO..... qué es?

                  La Diafreo es un trabajo de conciencia corporal cuyo objetivo consiste en lograr un equilibrio entre la experiencia física y emocional de la persona

           

           A partir de los descubrimientos anatómicos de François Mézières, los aportes de la antigimnasia de Thérèse de Bertherat, las investigaciones sobre las corazas musculares y perfiles caracteriales de W. Reich  y A. Lowen, nace la Diafreo, creada por Malén Cirerol y Linda Jentl, discípulas directas de Mézières y Bertherat.

 

            En Diafreo la herramienta de trabajo es el cuerpo. En diferentes posturas adaptadas a cada persona se estiran las cadenas musculares, liberando la función respiratoria y se realiza un trabajo isométrico en la musculatura contraída.

 

El trabajo, por lo tanto, a nivel mecánico, consiste en impedir la acción de las vía alternativas para recuperar de nuevo la utilización de los movimientos inhibidos.

 

               El trabajo de la respiración es esencial en Diafreo. No se pretende enseñar al músico a respirar, sino que observamos donde están los frenos que impiden la adaptación de la respiración a las diversas situaciones vitales, e intentamos liberarlos. Se busca la recuperación de la respiración fisiológica, teniendo en cuenta su relación con las grandes líneas energéticas y fisiológicas del cuerpo: bloque superior e inferior. Se trabaja para soltar las cadenas musculares que retienen el libre movimiento del tórax y se busca soltar las tensiones del diafragma que como dice la palabra “diafreo”, tiene que separar dejando pasar. Todo ello siempre en triple lectura: Fisiológica, energética y emocional:

 

            Una ejecución físicamente más libre dará la posibilidad al intérprete de poder sentir más libertad en su expresión artística, aportándole una relación más fluida con su instrumento, con la música, y con el mensaje que quiera transmitir. Sus  interpretaciones  podrían así conseguir  más solidez artística, y  su ejecución musical podría aspirar a ir un poco más allá de un mero ejercicio mecánico de virtuosismo.

             

                Es importante que el músico pueda tener un buen contacto y conocimiento de sí mismo y de sus emociones, para poder vivirlas y gestionarlas  con libertad y madurez.

 

                En este sentido, el  trabajo  de  conciencia  corporal, con el método de  Diafreo,  ayudará a reforzar la estructura interna del músico, contribuyendo así a encontrar la confianza necesaria para desarrollar todo su potencial artístico.

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